El peligro de las tarjetas de embarque

El mes de diciembre trae consigo las Navidades y con ello muchas personas que viajan a su país de origen, a ver a la familia, donde trabajan o a pasar unos días de vacaciones. Hoy queremos advertiros sobre uno de los documentos imprescindibles para viajar: la tarjeta de embarque.

Este documento se ha ido sustituyendo con el tiempo, haciéndolo más fácil de llevar encima gracias a la digitalización y convirtiéndose a día de hoy en un código de barras que puede ser mostrado en la pantalla del móvil. Sin embargo, el documento impreso sigue siendo la forma más habitual de tomar un avión.

El problema viene cuando ya hemos utilizado nuestra tarjeta de embarque. Es muy frecuente que nos desprendamos de ella en cualquier lugar o incluso que posemos con nuestros billetes para publicar la foto de nuestro viaje en redes sociales, sin saber que estamos poniendo en peligro nuestra privacidad, ya que se pueden conocer nuestros datos personales de manera sencilla escaneando el código de barras de la tarjeta de embarque.

Según la compañía aérea, este código contiene más o menos información, aunque lo habitual es encontrarnos el nombre y apellidos, referencia de la reserva y los datos del vuelo (origen, destino, fecha, hora, asiento, aerolínea y número de secuencia con la que el vuelo se ha reservado).

Esta información que de primeras parece ser inofensiva, pone en peligro nuestra privacidad, ya que no es necesario ser un experto para obtenerla, basta con utilizar un lector online para acceder a ella. Por tanto, estaríamos poniendo directamente toda nuestra información en la red.

Pero no solo eso, con dicha información en algunos casos es suficiente para entrar en el perfil personal de la página web de la compañía aérea, pudiendo cambiar asientos, cancelar vuelos, cambiar contraseñas, obtener más información personal, etc.

Por si no fuese poco, con este método también se puede saber cuánto tiempo se va a estar fuera de casa, pudiendo facilitar a los cacos el robo en nuestro domicilio.

Por tanto, y dada toda la información que se puede obtener con un simple código de barras, recomendamos tener mucho cuidado con estos documentos, con cómo nos deshacemos de ellos y lo que publicamos en nuestras redes sociales.

Esperamos que os sirvan estos consejos y tengáis unas felices y tranquilas vacaciones de navidad.